la que hay, es la que va



Introducción
Tara, la energía femenina que libera
Esta charla de hoy es bastante particular para mí. Antes tuve que exponer las Seis Perfecciones. Esto es algo así como si a un criminal le piden que hable de honestidad; me siento mucho más cómodo al referirme a las actitudes mentales negativas. Después he tenido que hablar de vacuidad, y esto es algo que no está a mi nivel. Ahora tengo que presentar el Tantra, y en inglés no existe ninguna palabra para describir lo ridículo que me siento al tener que hacerlo. De alguna manera, esto es consecuencia del karma, así pues voy a intentar repetir las palabras que he escuchado aunque no entienda su significado.

(…)
Jonathan Landaw

Doris Lessing, para domingos.



Una carta de amor no enviada

Doris Lessing, en Cuentos europeos
(fragmento)

Sí, ya vi la cara que puso tu mujer cuando dije: “Tengo tantos maridos que no necesito uno”. No cruzó ninguna mirada contigo, pero fue porque no hacía falta; luego, cuando llegasteis a casa, observó: “¡Qué comentario tan afectado!”, y tú respondiste: “No olvides que es actriz”. Lo dijiste refiriéndote a lo mismo a lo que yo me habría referido si lo hubiera dicho, estoy segura. Y quizás ella lo vio del mismo modo. Así lo espero, porque sé cómo eres, y si tu mujer no entiende lo que dices, entonces de trata de una debilidad por tu parte que no te perdono. Si yo puedo vivir sola y sin ninguna exigencia, tú debes tener una mujer que sea tan buena como tú. Mis maridos, aquellos que prenden fuego a mi alma (sí, ya sé que tu mujer se sonreiría si usara esta frase), están a tu altura… sé que me estoy delatando al confesar lo mucho que me dolió la cara que puso tu mujer. ¿No sabía que incluso entonces estaba representando un papel? Oh, no, después de todo no te perdono a tu mujer, no, no te la perdono.