felicidad

-Sí, por eso creo que ahora mismo soy feliz -dije.
La sensación de no ver el final del túnel todavía no se había disipado. En esos días, yo tenía que contentarme con el presente, porque temía que, si apartaba la mirada de él, la pena me embargaría, y, sin embargo, precisamente eso contribuía a ese extraño estado de felicidad. Me había dado cuenta de que todo lo que veía me entristecía, pero el mundo visto a través de aquella tristeza aguda me parecía nítido.

Banana Yoshimoto
Recuerdos de un callejón sin salida.

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