y vea usted...



Los poetas de las culturas precolombinas figuran con nombres que casi se los han inventado, porque era una poesía casi anónima. El poeta era un hombre elegido por la comunidad (el sentido funcional de la cultura que tanto asusta a algunos señores ya existió, y en qué forma) y cumplía una función en el mejor sentido de la palabra. Se lo elegía como se elegía para médico al hombre con cierto ojo. Se lo eximía de los trabajos más rudos y las canciones de él acompañaban y daban ritmo al trabajo, y vea usted entonces, cómo ese hombre en las épocas primitivas estaba integrado y no se sentía disminuido ni disminuía a la sociedad, porque ésta lo necesitaba. El poeta ahora realiza su función, diremos, muy azarosamente. Cuántos mueren sin hacer llegar su voz a los otros. (Los amigos de Víctor Segalen descubrieron que hacía versos cuando murió.) Cuántos se malogran, de cuántos se adivina que podían haber nacido o si han nacido mueren en los primeros meses. Creo que la poesía se integrará, que el poeta tendrá, no en el sentido de responsabilidad como ahora, sino que él lo sentirá. Porque una cosa es el deber como una presión, y otra cosa es el deber que uno siente como responsabilidad.

Juan L. Ortiz

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